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martes, 22 de enero de 2019

Ismael Smith de CHILE y recordar inicios .


COLOMBOFILIA en CHILE
...recordando sus inicios


Por Ramón Suárez Picallo

...decía la noticia publicada en el año 1943....con motivo de constituirse en Chile un Federación Colombófila,RSP escriben este articulo, los militares están al frente de tal institución.

Sociedades colombófilas aunque todavía son pocas las personas entusiastas y amantes de las palomas las adiestran y preparan. 

En Chile acaba de constituirse una Federación Colombofilia, que agrupara en su seno, a todas las sociedades del país, fundadas y por fundarse, que se dediquen a tan culto, espiritual y bellos menester. 

La preside el Teniente Coronel de Ejército, don Simetrio San Román Romero, acompañado en el Directorio por otros militares distinguidos, pertenecientes a las diversas armas. Se pidieron altos apoyos y se estudiaron iniciativas, tendientes a dar eficacia a la obra de la Federación. 

Muy bien hecho, cuanto rehaga a favor de la Colombofilia y vaya nuestro aplauso y nuestros votos a la simpática iniciativa que hasta en el carácter de sus hombres, sigue la trayectoria de todas las instituciones similares del mundo. ¡Los hombres de armas llevar, los defensores de la Nación, son en todas partes, los mejores amigos de las palomas! 

Hemos conocido a un general, héroe de su país, bravo, como un león, que lucía orgullosamente entre cien cicatrices y diez condecoraciones, bien ganadas en el campo de batalla, el galardón máximo de la Asociación Internacional de Colombófilos, que colgaba en el pecho en los días de gran Sala.

Pero, también, los civiles somos colombófilos muchísimos. Nosotros conocemos uno, que le recomendamos a la novel sociedad como una verdadera adquisición. Es un mozo rubio, alto, checoeslovaco, grande como un hércules, ciclista, estudiante, con cara de niño. 

Todos los días de Dios, a la una y media de la tarde, se planta en la esquina de París y Londres, con sendos pedazos de pan y cartuchos de granos, que les echa cariñosamente, a todas las palomas del barrio. Se queda allí un buen rato hasta estar rodeado de sus alados amigos y termina teniendo una paloma en cada mano comiendo afanosamente granos y migas de pan.

He aquí un aspecto de la colombofilia popular, que estimulan y fomentan y premian las asociaciones del ramo y los municipios de algunas grandes ciudades, famosas por su cultura. Lo hará también la Federación Chilena, cuando pueda hacerlo. Mientras tanto, nuestros mejores votos por su éxito.

(Artigo publicado porLa Hora, en Santiago de Chile el día 26 de noviembro de... 1943).

Ismael Smith: El maestro de las palomas mensajeras
 Carlos Fuentealba Carlos Fuentealba Martes 14 de febrero de 2017

  
Su palomar es de los más reputados del país. A él han vuelto aves soltadas en sitios tan distantes como Puerto Montt y Caldera.

“Llevo catorce años haciendo esto, pero no deja de sorprenderme. Ver llegar una paloma que soltaron muy lejos es algo que encuentro conmovedor. A veces me emociono. Tú sabes que va a pasar porque la has preparado para eso, pero no deja de sorprenderme”.

Ismael Smith habla con la cadencia de quien se apasiona por un tema. Enciende un cigarro tras otro, camina entre los arbustos del patio trasero de su casa, se sienta a tomar un café, garabatea datos en un cuaderno. Toda su atención está puesta en el palomar donde viven más de cien aves, a las que alimenta, revisa y hace volar a diario.

Empezó en 2003, cuando un amigo le regaló un par de palomas mensajeras. Hasta entonces, criaba sólo “palomas de fantasía”, guiado por la estética. Ese mismo año lo contactó un grupo de colombófilos (así se llama a los amantes de las palomas) chinos, que sin saber nada del idioma coordinaron con él su primera “suelta”. “Fue desde San Fernando. Un grupo llevó varias palomas hasta allá y las soltó. 

Yo con los ismael smith 2chinos nos quedamos acá, en Colina, esperando a que llegaran. La verdad no sabía mucho de qué se trataba todo esto hasta que un chino apuntó al cielo y gritó ¡paloma!”.

Desde entonces, Smith se transformó en un colombófilo más, que cría palomas mensajeras y las entrena para que recorran grandes distancias. “Desde el sur, la mayor distancia que ha recorrido una de mis palomas es desde Puerto Montt hasta acá, o sea, más de mil kilómetros y desde el norte, desde Caldera”. 

Aunque podrían, las palomas no traen ningún mensaje y el club de colombófilos al que pertenece se dedica más a las carreras que al servicio de mensajería. Smith explica que esta especie de correo mítico existe desde el antiguo Egipto, pero contrario a lo que uno podía suponer, no está tan obsoleto ni perdido en la historia medieval: “durante la Guerra del Golfo, los norteamericanos llevaron palomas”, asegura.

Las palomas generan arraigo con el lugar donde aprenden a volar, cuando son pichones de 30 días. La raza mensajera, en particular, tiene la habilidad de ubicarse allí donde son soltadas y emprenden vuelo de vuelta al lugar donde se alzaron por primera vez. Gracias a esto funcionó durante siglos el mecanismo de mensajería y actúa ahora la organización de las carreras. 

Cada colombófilo las cría en su palomar y allí las espera, cuando son soltadas desde distancia. “Les ponemos un número de registro en una pata y un chip en la otra. Este chip se valida en la entrada del palomar, entonces cuando la paloma vuelve a entrar a su casa, marca un tiempo que dividido por la distancia del viaje, determina la velocidad con la que viajó. 

La carrera la gana la paloma más rápida, no la que primero llega, ya que todas llegan a palomares distintos. El máximo chileno es de 114 km/h, pero el promedio está entre 70 y 80”, explica Smith.

Hay dos clubes en el país, que agrupan a unas treinta personas


En Chile funcionan dos clubes, que no agrupan a más de 30 personas, pero allende Los Andes son más de seis mil. Salvo en Bolivia y Paraguay, donde no sabe si hay clubes, Smith sostiene que Chile es uno de los países con menor cantidad de colombófilos del continente. “El fenómeno es fuerte en Europa, especialmente en Portugal, donde hay más de 200 mil colombófilos. 

También hay muchos clubes en Taiwán, pero esos operan con apuestas, entonces tiene otra naturaleza la actividad”, relata, “a tal punto que pueden matar a las palomas cuando llegan y no quieren entrar de inmediato al palomar para que marque un mejor tiempo. Eso para mí no tiene sentido”.


Saludos a los amigos de Chile.


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